Ingredientes: Aceite de oliva Sal 2 cucharadas de cebolla amarilla picada muy finamente 1 diente de ajo rallado 50 g de arroz arborio (arroz para risotto) 20 ml de vino blanco Caldo de vegetales (aproximadamente 475 ml) 80 g champiñones (usa el tipo de champiñón que más te guste), limpios, sin tallo, picados en cubitos Mantequilla Queso gruyere rallado al gusto Queso parmesano rallado al gusto 1/3 de taza de harina de trigo 1/3 de taza de panko (migas de pan) 1 huevo batido Aceite para freír Escamas de sal Preparación: 1. En una sartén mediana saltea los cubitos de champiñones en aceite de oliva y mantequilla haste que doren. Cuando estén dorados ponles sal y pimienta. Apaga el fuego y déjalos a un lado. 2. En una olla pequeña calienta el caldo de verduras; debes mantenerlo caliente, pero no hirviendo. En una olla pequeña aparte sofríe la cebolla y el ajo a fuego medio/bajo en un poco de aceite de oliva hasta que la cebolla esté tierna y ligeramente transparente. Agrega el arroz arborio y mezcla bien. 3. Súbele un poco al fuego, añade el vino blanco y revuelve. Deja que el vino se evapore. 3. Empieza a añadir caldo caliente en tandas, una buena medida sería una taza (unos 200 ml a la vez), y cuando el arroz lo haya absorbido casi por completo, añade otra medida. La idea es continuar el proceso durante 20 minutos, o hasta que el arroz esté al dente. Normalmente un risotto debe quedar cremoso y cuando arrastres tu cuchara por el centro de la olla para dividir el risotto, el camino que hace la cuchara se debe cerrar lentamente. Sin embargo, hoy te voy a pedir que cocines tu risotto un poco más de la cuenta para que quede un toque más seco y compacto. Prueba y ajusta sabores, es posible que no necesite mucha sal si el caldo que usaste ya llevaba sal. También debes tener en cuenta que vas a agregar queso parmesano. 5. Agrega los champiñones salteados al risotto, revuelve, vierte todo en un bol y esparce. Cubre con envoltura plástica y lleva a la nevera por 30 minutos. 6. Agrega queso parmesano y queso gruyere al risotto frío. Forma bolitas pequeñas y pásalas por harina, huevo y panko. 7. En una olla profunda calienta aceite vegetal (170C/338F). El aceite debe cubrir las bolitas completamente, así que asegurate de usar suficiente. Coloca las bolitas de risotto dentro del aceite con mucho cuidado y fríe, moviéndolas de vez en cuando, hasta que estén doradas y crocantes. Colócalas sobre papel toalla para que suelten el exceso de aceite y luego sirve con escamas de sal.